Polaroid SX-70: Flash ITT MagicFlash

Pocos accesorios creo que podrán superar a la funda de cuero del artículo anterior para la Polaroid SX-70 pero, he encontrado alguno que otro cuyo diseño y funcionalidad, no olvidemos que hablamos de toda la década de los años 70 y primera mitad de los 80, nos pueden parecer, hoy, un tanto peculiares. También es verdad que existe una diferencia sustancial entre los diseños de una década u otra, siendo los de la primera los que más facilmente pueden arrebatarnos una sonrisa. Este es el caso en el que nos encontramos con el que vengo a presentar hoy.

Hasta que no salieron al mercado las cámaras intantáneas Polaroid con flash incorporado, quiero imaginarme, más o menos, a principios de los 80, si nuestros padre querían sacar fotos en condiciones de poca luz o en interiores no tenían más que dos opciones. La primera era la de comprar una barra de lámparas desechables una vez gastadas o invertir en un flash electrónico. Como la diferencia de precio entre las opciones era sustancial, supongo que la decisión era tomada acorde al número de fotos que se hacían con cada cámara. Para fotos de familia eventuales, las barras de lámparas y para los profesionales, los flashes electrónicos.

Cuando un artilugio que sale al mercado tiene éxito, siempre pululan entorno a él, segundas marcas que intentan cubrir, o bien las carencias del artículo que la casa no ha sabido preveer o, simplemente, ofrecen lo mismo a mejor precio. Desconozco en cual de estos dos casos está lo que, enseguida, les voy a mostrar.

Lo que si he encontrado es que, entonces, Polaroid no recomendaba el uso de estos accesorios externos pero, no serían tan malos si han sobrevivido hasta nuestros días funcionando. ¿No creen?

Como su nombre indica es un flash de la marca ITT, fabricado para usarlo en las cámaras Polaroid SX-70. El flash es todo un espectáculo. El diseño no puede ser más espartano y vetusto, carente de cualquier sospecha de estética pero, efectivo y funcional. Yo lo definiría como…muy «soviético».

Vamos a verlo.

Lo compré por unos 30 euros, puesto en casa. No traía nada más que lo que se verá en estas fotos. Ni documentación, instrucciones o caja. Pero, si algo tienen bueno estos trastos de los 70 es que ni puñetera falta nos hace. Son simples de uso y fáciles de «apilar» gracias a sus líneas rectas en todo su diseño.

El flash se alimentaba con 4 pilas AA que se insertaban en el compartimento que podemos ver aquí abajo. El flash tarda en cargarse para la siguiente foto pero, es que las cámaras Polariod tampoco eran para disparar en ráfaga, como hacemos ahora con nuestras Nikon o Canon de última generación. La vida fotográfica era mucho más pausada que la actual. Cada vez que se apretaba el botoncito costaba dinero, así que había que pensarse muy bien la composición, el fondo, la luz…para no cagarla. claro, así el flash disponía de todo el tiempo del mundo para que se cargara su condensador y siempre lo teníamos listo para disparar.

Para instalarlo en la Polaroid SX-70, hemos de quitar de la base la lámpara del flash, para poner la cámara.

Acto seguido ponemos la cámara encima de la base y apretamos hasta que los anclajes del flash dejan sujeta la cámara en él. Seguidamente deslizamos la cámara hacia atrás para que ocupe la totalidad de la base del flash.

Insertamos la lámpara del flash en la zapata para flash de la cámara.

¡Hala! Ya tenemos el flash montado en la Polaroid SX-70.

¿A qué no queda tan mal cómo parecía al principio que iba a quedar? Esto es porque ambos trastos, la cámara y el flash, están hechos bajo el mismo criterio, tendencia, concepto…Y esto viene marcado por la década de fabricación. Este tipo de cámara, entonces, no tenía ninguna otra opción técnica de diseño que la que tuvo y, por lo tanto, tras cuartos de lo mismo le pasaban a los accesorios. En un artícuo sobre otro flash más avanzado en el tiempo, veremos a lo que me refiero.

Como estuvo, supongo, que varias décadas sin usarse, la primera vez que lo puse en marcha tardó una media hora en cargarse hasta estar dispuesto para su uso. Una vez se usa con cierta regularidad, lo tenemos listo para disparar en unos cuantos segundos. Pero, tampoco son dos o tres.

Para volver a desmontarlo, además de desconectar la lámpara de la zapata, delizamos la cámara hacia adelante hasta que se libera de las sujeciones o bien, levantamos una de ellas y tiramos de la cámara de ese lado hacia arriba hasta que queda liberada. Yo prefiero la primera opción pues, con los años que tiene este material, temo que se rompa o se escaje el plástico setentero.

Ahora hay que ponerle un poco de imaginación al asunto. Ese padre que quiere hacer la foto del soplado de velas y tiene que preparar la cámara para inmortalizarlo. Todo este ritual tenía que hacerlo antes de comer o, de lo contrario, de postre, tarta encerada.

Por cierto. Aún no se habían inventado los flashes i-TTL y, por lo tanto, no había comunicación entre este y la cámara. Aprieto el botón, se dispara el flash. No lo aprieto, no se dispara. No me he acordado de ponerlo en marcha, a tomar por saco la foto y a volver a encender las velas. No tengo pilas, cagada pastoret. Y todo esto sin saber que saldrá en la foto. Quemada, como el pabilo de las velas, u oscuras como las gónadas de un grillo. ¡Ah! ¡Qué aventurera era entonces la vida de un fotógrafo de familia! ¡Qué sin vivir hasta que no salía la fotografía y nos abanicábamos con ella! ¡Qué tiempos! ¡Qué de pasta tirada en imágenes de espectros! Un saludo y muchas gracias.

Sergi
Author: Sergi

2 thoughts on “Polaroid SX-70: Flash ITT MagicFlash

  1. Hola:
    Pues sí, menudo trasto, pero a la par que la portante. La máquina, como ya comenté en la entrada correspondiente, me parece sumamente curiosa, el típico diseño funcional con soluciones que ignoraban la estética si no era algo estrictamente necesario. Con trastos como esos, más o menos, se llegó a la Luna y aún no hemos vuelto.
    Gracias por mostrarlo.
    Saludos.

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