Bueno pues, ya la tenemos aquí. Estaba claro que si me hacía con la Polaroid Impulse AF, tenía que hacerme con su homóloga de la familia de las 600. La Polaroid Supercolor 670 AF. Pues, no. No señor. Esta no es su homóloga. Lo sería la Polaroid Sun 660 AF (Aunque también la encontramos con los nombres «Polaroid Sun Autofocus 660», «Polaroid 600 Land Camera Autofocus 660», «Polaroid Sun 660 Autofocus SE», y seguro que me dejo alguna más) pero, no he podido hacerme con ninguna, así que lo que tenemos aquí es el siguiente modelo.
A pesar de las diferentes nomenclaturas, la cámara siempre es la misma y lo único que cambia, además del nombre, puede ser el color o algún detalle estético completamente prescindible. De hecho, esto es lo que siempre ha hecho Polaroid, sacar los mismos modelos cambiándoles el nombre o alguna pijada pintada en la cámara. Así tenemos que la Polaroid Supercolor 635CL es la misma cámara que la Polaroid 636, por ejemplo, siendo el cambio más significativo entre ellas las formas más redondeadas de la 636 pero, técnicamente son exactamente la misma cámara, en todos los sentidos.
Pues con las Polaroid 660 pasa exantamente lo mismo. Todas las series que sacaron de la Polaroid 660 AF son exactamente iguales a la Polaroid 670 AF.

Así entonces, aquí tenemos la versión de la Polaroid 600 con el auto enfoque por sonar y casi todo lo que pueden leer en el artículo que escribí hace unos días sobre la Polaroid Impulse AF sirve para la Polaroid Supercolor 670 AF. Pero, si eso, ya lo vemos más adelante. Ahora vamos a ver a esta belleza.
Como han visto en la foto de más arriba, la cámara me llegó con su caja original pero, en un estado algo maltrecho, aunque sin grandes roturas. Nada que no se arregle con un poco de Celo (si, ya lo se, cinta adhesiva transparente pero, en mi casa siempre ha sido, y será, el celo).
En su interior encontré el libro original de instrucciones.

Como pueden ver en la portada del manual, este también sirve para los modelos 635 y 635CL, los cuales no están dotados del sistema de auto enfoque por sonar.
Y por supuesto. La Cámara, aunque me da a mi que al conjunto interior le debe de faltar un corcho. No me parece normal que solo haya uno en la base y se deje sin protección la parte trasera del visor frente a algún que otro golpe.

La cámara, cerrada, no guarda ninguna diferencia con el resto de cámaras Polaroid 600, salvo lo que lleva y como lo lleva lo escrito en ella.

Como en el anterior artículo, nos referiremos a los lados de la cámara según la miramos por el visor. De este modo podemos ver que en el lado derecho tenemos la palanca deslizante para abrir el compartimento donde se aloja el cartucho y el lateral de los disparadores de la cámara (si, he dicho disparadores, en plural).

Ahora veremos una de las diferencias más sustanciales que tenemos entre esta Polaroid Supercolor 670 AF y la Polaroid Impulse AF. El visor.

Fíjense en la enorme diferencia que hay entre este minúsculo visor frente al comodísimo que teníamos en la Impulse. No hay color. ¡Punto para la Impulse!.

De la parte trasera solo nos queda mostrar el contador de las fotografías que nos quedan disponibles en el cartucho. Por, ¡ojo! Porque está pensado para los cartuchos originales de cuando se fabricaron estas cámaras y entonces los cartuchos tenían 10 películas. Así que cada vez que insertábamos un cartucho nuevo, el contador, volvía a mostrar un 10. Conforme íbamos tomando fotografías hacía una cuenta regresiva hasta el cero para indicarnos que debíamos cambiar el cartucho. Esto, imagino que era así porque a pesar de que se agotaran las películas del cartucho, la batería del mismo seguía con carga, por lo que si pulsábamos el disparador, la cámara intentaba sacar la foto por la ranura pero, no había fotografía alguna. Esto da mucha rabia cuando te has currado una composición complicada o irrepetible y te das cuenta de esta forma tan humillante de que no le has cambiado el cartucho a la cámara, dejándote una cara de panoli mientras esperas, con el índice y el pulgar haciendo de pinza para coger la foto inexistente ante la risotadas que ya se adivinan en los demás. Y si lo que ibas a hacer era una foto de grupo, ni te cuento.
Así que, como los cartuchos Polaroid 600 actuales traen 8 fotos en lugar de 10, hay que tener en cuenta que cuando el contador regresivo de las tomas que tenemos aún por hacer muestre el número 2, querrá decir que hemos hecho la última toma en el número 3. Ténganlo en cuenta o se acordarán de mi justo en el momento de hacer la pinza con los dedos. Avisados quedan.

Y tal como pasaba en la Impulse, en el lado izquierdo no tenemos nada que enseñar.

Muy bien. Pues, abramos la cámara.
Esto es mucho más sencillo de lo que pueda parecer. Va a presión. Tiramos de la parte superior delantera hacia arriba y punto. Puede ofrecer más o menos resistencia pero, no hay más. Tiramos y ¡alabado sea el señor!

Tenemos todos los mismo elementos que teníamos en la Polaroid Impulse, con los matices inherentes a cada cámara, que iré comentando. Véanlo si no.

Vamos a hablar de esas diferencias entre esta Polaroid Supercolor 670 AF y la Polaroid Impulse AF que vimos anteriormente.
1-Pertenecen familias Polaroid distintas. Esta es una 600, es decir, de las abatibles dejando todos sus elementos protegidos en el interior cuando están cerradas, mientras que la Impulse es una «Land» (realmente no se como llamar a este tipo de cámaras «no abatibles), es decir, una cámara abierta que deja todos sus elementos a la vista, salvo el objetivo que lo cubre una tapa de plástico que se retira cuando hacemos emerger el flash pero, que ese detalle solo lo encontraremos en los modelos Impulse.
Dentro de esta diferencia podemos añadir que cada una de ellas se tiene que coger de un modo diferente para enfocar y disparar la foto, resultando algo más aparatosa la abatible pues, la forma de coger la Impulse nos recuerda a la forma de coger unos prismáticos, lo cual se me antoja algo más cómodo y natural.
2-El visor. Ha quedado bien patente que nada tienen que ver los visores de ambas cámaras. Siendo el visor de los modelos Impulse claramente superiores a los de las 600 (o abatibles).
Estas dos diferencias saltan a la vista con solo observar ambas cámaras unos minutos. Pero hay otras dos diferencias que, para mi, son eliminatorias. Quiero decir que si tuviera que elegir solo una de ellas, en la época en que fueron fabricadas, el uso que tuviera que hacer de ellas determinaría el modelo a comprar, independientemente de la familia a la que pertenezcan o a la comodidad del visor al componer la toma. Vamos a verlo.
La primera que vamos a ver es, a mi entender, la menos importante. El temporizador regresivo. Así como la Impulse disponía de un temporizador de 10 segundos para hacer la foto, una vez habiendo fijado su composición, la Polaroid Supercolor 670 AF, y ninguna de sus hermanas 600, dispone de dicha facilidad. Así que si la idea era la de salir en la fotografía de grupo con nuestros compañeros o la de que, una vez fijada la composición esta no sufriera el más mínimo movimiento, la elección es la Polaroid Impulse AF.
Veamos la segunda. ¿Se acuerdan de que en todo momento he hablado de los disparadores en lugar del disparador?

Bien pues, en la Polaroid Supercolor 670 AF, tenemos dos disparadores. Cuando accionamos el disparador principal, a medio recorrido hacemos que actue el sonar para que la cámara enfoque adecuadamente el sujeto a fotografiar y cuando lo llevemos al final de su recorrido tomará la fotografía disparando el flash. Pero, si lo que queremos es poder hacer la fotografía sin accionar el flash (porque estemos en un entorno de mucha luz, como en la playa en un día soleado o similar), entonces deberemos posar nuestro dedo en el disparador secundario y, como con el principal, en la primera parte del recorrido accionará el enfoque automático y cuando lleguemos al final tomará la fotografía sin disparar el flash.

Para las fotografías que yo hago, normalmente, hubiera elegido la Polaroid Supercolor 670 AF pues, poder elegir si usar o no el flash, me parece primordial, cuando ya conoces el comportamiento de la cámara. En cambio, lo del temporizador regresivo lo hubiera visto algo totalmente prescindible.
Pero, todo esto, solo si hubiera tenido que elegir una de las dos en la época en que fueron fabricadas pues, el presupuesto no hubiera dado para ambas cámaras. Ahora, que se pueden comprar en un abanico de precios de entre 20 y 30 euros, ya no tengo este problema. He comprado las dos. Así que, según la ocasión, usaré una, otra o las dos.
Se me olvidaba. Aquí tienen la rosca, como en la Impulse, para fijarla a un trípode.

Hasta que no termine el cartucho de fotos de la Polaroid Impulse AF no le pondré uno a esta Polaroid Supercolor 670 AF (si, por aquello de los 2,5 euros cada vez que se aprieta el botoncito), por lo que no puedo poner fotos de muestra como en el anterior reportaje pero, cuando eso ocurra, las haré y las añadiré un poco más abajo.
Veamos algunas fotos tomadas con la Polaroid Supercolor 670 AF
Como el comportamiento de las cámara es exactamente igual, esta vez solo presentaré 4 fotografías hechas de distinto modo y en distinto lugar. Los errores que se ven en ellas nos enseñan las correcciones que debemos hacer antes de tomar la fotografía, según la luz que tengamos en el entorno. No obstante mis conclusiones se refieren a ello de forma totalmente general y sin profundizar en entornos intermedios. Más que nada porque hacerlo supondría un gasto en fotos (aquellos famosos 2,5 euros por foto) que se me antoja, del todo, innecesario con la información disponible.
Tengan en cuenta que el escaner no hace justicia a las fotografías tal y como se ven en el papel.

Esta foto, como puede observarse, ha salido completamente sobreexpuesta. Luego hablaremos de esas marcas que han salido en la parte inferior de la fotografía, y que como ya dije en el artículo de la Polaroid Impulse AF, investigaría.

Vemos que sin compensar la exposición de forma negativa, las fotos de exterior con mucha luz, nos siguen saliendo sobreexpuestas, a pesar de no haber usado, esta vez, el flash de relleno. La conclusión lógica, como ya he comentado más arriba, es poner el selector del selector de compensación de exposición en su posición -1, cuando hagamos fotografías en estos entornos de tanta luz.

Sin embargo, en interiores, nos pasa todo lo contrario. Las fotos salen subexpuestas y tendríamos que dejar el selector de compensación de exposición en su posición +1. Y aún así, como vimos con la Polaroid Impulse AF, nos quedarán algo subexpuestas. Esta foto se ha hecho en una habitación cuya luz de la ventana incidía perpendicularmente al sujeto (no le digais a mi mujer que le he llamado sujeto, por favor) y estaba a unos 4 metros de la cámara.

Tres cuartos de lo mismo. Esta vez, la distancia de la cámara al sujeto no superaba los 2 metros y, a pesar del flash, ha vuelto a salir subexpuesta. De nuevo, la conclusión lógica, como con la foto de más arriba, es poner el selector de compensación de exposición en su posición +1, por defecto, en todas las fotos que hagamos en interiores.
Así que resumiendo y para todas las cámara polaroid antiguas. Tomar fotografías con el selector de compensación de exposición en -1 en exteriores y en la posición +1 en las tomas que hagamos en interiores. Para casos intermedios pues, deberemos guiarnos de nuestra intuición y experiencia antes de gastarnos esos 2 euros con 50 céntimos que nos va costar hacer la foto.
Casi se me olvida. Menos mal que Salvador, que debe ser la única persona que lee lo que escribo, me lo ha recordado. Las famosas manchas en la parte inferior de las fotografías.

Poder investigar esto ha abierto otro misterio.
Un saludo y muchas gracias.
Gracias por el reportaje. Gracias a esta serie sobre la Polaroid los que no la conocemos de primera mano, tan solo por encuentros ocasionales, ya sabemos lo que nos puede aportar respecto a las cámaras químicas convencionales y las digitales actuales.