Esta cámara Polaroid ha sido la primera que he tenido. sobretodo porque esta ha sido la más extendida y vendida en el mundo, a partir de 1980. Da igual como la hayan llamado pero, todas las 635 son técnicamente exactas, cambiando, con los nombres, solo algunos detalles estéticos superfluos. Es la más barata que se puede encontrar en las plataformas de compra-venta junto a la que fue su continuación. La Polaroid 636.

La cámara es de la familia de las 600 (o abatibles), las que van cerradas y tenemos que levantar la parte superior para ponerla en marcha y dejar al descubierto su objetivo, mandos, fotómetros, visor…
En su parte derecha (siempre nos referiremos a sus lados teniendo como referencia la parte trasera donde está el ocular para componer la fotografía) podemos encontrar el lateral de sus disparadores (si, han leído bien, lo he dicho en plural) y la palanca deslizante para abrir el compartimento donde se aloja el cartucho. Esto lo van a leer en todos los artículos sobre las Polaroid porque es inherente a todas las que sean de la familia 600, aunque lo de la palanca deslizante es común en todos los modelos de todas las familias de Polaroid.

Como en todas las 600, tenemos el minúsculo ocular por donde componer la fotografía. Y al usarlo, tenemos que tener en cuenta que no estamos viendo la imagen que está «viendo» el objetivo pues, tenemos un paralaje entre ambos puntos. Esto hay que tenerlo en cuenta, sobre todo, cuando estemos fotografiando un sujeto muy cerca pues, cuanto más cerca estemos del sujeto, más nos afectará el paralaje.

Y como en todas las cámaras polaroid, nada por el lado de babor.

Y en la base de la cámara, encontramos una especie de base de apoyo, para poder estabilizarla en una superficie plana. ¿Para poder guardarla en un estante?

Estas cámaras estaban destinadas a las fotografías familiares. Cumpleaños, fiestas, cenas, navidades… Y están diseñadas para que su mayor calidad fotográfica se mantuviera en estos márgenes. Quizás sea por eso que pudiendo haberlo hecho, no lo hicieron. Me refiero a la rosca para fijarla a un trípode. Me resulta un tanto absurdo que le integraran una especie de base de apoyo y, sin embargo, no le hubieran hecho la rosca para el trípode. Hombre, que digo yo, que algún fotógrafo con alguna ambición más allá de los cumples también podría haber comprado la cámara y fijarla a un trípode ayuda a evitar, aunque solo sea un poco, teniendo en cuenta a las velocidades de disparo y el rango de poca luminosidad que daba el artefacto, la trepidación al disparar. Pero, bueno. Nadie se quejó, parece ser.

Abrimos la cámara tirando de la parte superior frontal hacia arriba y nos mostrará todos dispositivos. Si se fijan entre esta Polaroid Supercolor 635 CL y la Polaroid Supercolor 670 AF (si pulsan sobre el nombre podrán ir al artículo de dicha cámara), verán que la diferencia es el sistema de auto enfoque por sonar de la 670 frente al enfoque fijo que tenemos en esta que estamos presentando. Por esto, las polaroid con enfoque fijo disponen del selector de focal para hacer fotografías «panorámicas» o de «proximidad» (esto si que es el famoso Close Up que da nombre a algunas 600). Esta palanca lo único que hace es poner una lente de plástico frente al objetivo y frente al visor para poder enfocar objetos que estén entre los 1,2 metros y los 3 metros de distancia del objetivo o no ponerla para que la cámara enfoque desde los 3 metros hasta el infinito. Claro, en el caso de las cámaras con auto enfoque por sonar este sistema es absurdo porque el trabajo ya lo hace el AF.

Así mismo, al abrirla es cuando la cámara se enciende y comienza a cargar el flash. Cuando el pilotito verde está encendido, nos indica que la cámara ya está dispuesta para tomar la fotografía. No obstante, es importante que antes de ir a disparar, nos aseguremos que tenemos todos los parámetros como deben estar, según las condiciones de luz en el que nos encontremos. Recuerden que cada vez que hacemos una foto nos cuesta 2,5 euros, por lo que cada cagada nos sale por un pico. Mejor es perder algo de tiempo comprobando que todo está correcto para apretar el botón.

Algo común en todas las cámaras Polaroid es el contador regresivo de las fotos que nos quedan por disparar pero, tenemos que tener en cuenta que, cuando insertamos un cartucho nuevo este contador nos mostrará un número 10, que es la cantidad de fotografías que se podían hacer con un cartucho de los antiguos. Los cartuchos actuales que fabrica Polaroid son de 8 películas por lo que la última que dispararemos será cuando el contador nos muestre el número 3. Cuando muestre el número 2 ya no tendremos ninguna película en el cartucho.

Más arriba, casi al principio, en la foto del lado derecho de la cámara, he marcado una zona como «disparadores».

Las cámaras instantáneas Polaroid de la familia 600, tienen siempre dos disparadores. Yo lo he bautizado como «disparador principal» y «disparador secundario». Cuando accionamos el disparador principal hacemos la foto disparando el flash. Pero, si apretamos el disparador secundario, tomamos la foto sin flash. Esto hay que tenerlo en cuenta, según la luz que tengamos en el entorno, o si estamos en el exterior o en un interior.

Como ven, la cámara no tiene ningún secreto ni dificultad de uso pero, vamos a ver unos detalles de los cuales no he hablado en los otros artículos sobre estas cámaras instantáneas y es algo común a todas ellas, sean de la familia de Polaroid que sean.
Aquí abajo es donde se inserta el cartucho. Solo tiene una posición y en la cartulina que protege las películas de la luz viene convenientemente explicado. Tanto la instalación como la extracción del mismo. Para abrir esa compuerta basta con deslizar la palanca de apertura que hemos visto antes en el lado derecho de la cámara. En la foto superior, aunque sin marcar, pueden reconocerla.

De lo que vemos ahí dentro tenemos que saber un par de cosas importantes. La primera son esos rodillos metálicos que podemos ver justo delante. Bueno, desde esta perspectiva solo vemos el delantero pero, justo detrás de este hay otro de diámetro inferior. La función de estos rodillos es la de comprimir la fotografía mientras es expulsada para que se mezclen adecuadamente los colores de la imagen. Como una máquina de hacer pasta fresca (para que se hagan una idea).
Bien pues, estos rodillos tienen que estar siempre limpios. Cualquier partícula depositada en ellos puede hacer que la fotografía salga rallada, manchada o con artefactos.
Para limpiarlos, lo que yo hago, es, depués de cada cartucho usado, pasar una gamuza de limpiar las gafas inpregnada con un poco de alcohol isopropílico y los voy frotando conforme los voy rotando, hasta que me da la impresión de que ya he pasado por toda su superficie.

Y por último vamos a ver esa etiqueta verde que vemos en el interior del compartimento del cartucho. Esta etiqueta es muy importante porque en ella encontraremos que tipo de cartucho hemos de comprar para esa cámara. En este caso, podemos ver que funciona con cartuchos de la serie 600 y no es casual que en el nombre de la cámara haya un número comprendido entre el 600 y el 699. Todas las cámaras Polaroid que en su nombre lleven una cifra de tres números en la que el primero sea un 6, llevará siempre cartuchos 600 y son abatibles.
También encontraremos el país de fabricación de la cámara que tenemos en las manos. Esto no tiene mayor importancia pero, a mi me gusta más que estén fabricadas en Europa o en Estados Unidos que en Asia. Manías mías.

Un detalle más sobre estas cámaras Polaroid. Y me refiero a todas las antiguas. A las fabricadas por la auténtica Polaroid y a todas las familias y modelos. Ninguna de ellas lleva ningún tipo de batería, ni pilas, para funcionar. Las baterías estaban integradas en los propios cartuchos. A la hora de comprar una máquina clásica como estas, es importante disponer de un cartucho terminado, porque aunque ya no queden películas para hacer fotografías, la batería sigue funcionando y si lo insertamos en la cámara, esta intentará sacar la cartulina protectora al exterior y oiremos el motor como lo hace, según cerramos la tapa del compartimento del cartucho. No sabremos si hace fotografías pero, sabremos que los mecanismos mecánicos funcionan, así como la carga del flash.
Una cosa más y termino. Hay gente que vende cartuchos Polaroid caducados. No los compren. Podemos encontrarnos con dos problemas. El primero es que la batería ya no tenga carga y, por lo tanto, no nos servirá de nada. El segundo problema que nos hará tirarnos de los pelos es que la química de las películas se haya corrompido y deteriodado. En cuanto salga la primera foto y no haya imagen no os va hacer ninguna gracia. A veces puede que salgan con muchos errores, con colores absurdos o solo un trozo de la imagen, bueno pues, los hay que lo ven como un tipo de arte. Yo lo veo como que te la han metido doblada y solo te queda disimular. Genio y figura…
En los cartuchos actuales, la fecha que viene troquelada en la caja de cartón no indica la fecha de caducidad, indica la fecha de fabricación. Pues, pueden contar con que ese cartucho conservará sus propiedades intactas durante un año. Pero, si lo conservan en la nevera pueden aumentar notablemente su validez. No hay una opinión clara sobre la duración del cartucho conservado en estas condiciones, así que ya saben…prueba y error. Yo no los guardo en la nevera. Están en mi despacho, junto con mis equipos fotográficos pero, también es verdad que, ni de coña, me duran un año. Tengo que comprar, al menos, un paquete de 5 cartuchos en Amazon al mes.
Veamos alguna foto tomada con esta cámara
La verdad es que no tengo demasiadas pues, es la cámara con la que he ido experimentando y he ido, cagada tras cagada, para aprender a usarlas correctamente, por lo que casi todas ellas han sido tiradas a la basura pero, alguna he encontrado.




Tengan en cuenta que en papel y a su tamaño original se ven bastante mejor que en la pantalla pero, está claro que su calidad ni se acerca a los cartuchos de antaño. Además, para que el revelado sea completado es necesario que pase hasta media hora, cuando en los originales en tres minutos, como mucho se había completado. Pero, es verdad que cada fotografía tomada con una de estas cámara es única e irrepetible, y difícilmente se quedan en un disco duro olvidadas como las decenas de miles de fotografías digitales que tenemos cualquiera de nosotros en el ordenador y que nunca más hemos vuelto a verlas. Un saludo y muchas gracias.
Buen repaso a este modelo y a los demás que has mostrado de la emblemática Polaroid.
Resultan curiosas y originales, pero realmente las cámaras parecen ancladas en una época muy remota y no han evolucionado en absoluto. Por otro lado, los resultados fotográficos quedan lejos de los estándares a los que nos tienen acostumbrados las máquinas digitales, por sencillas que sean. Se aprecia, sin embargo, el hecho de que generen un documento único, irrepetible según cada caso, lo cual no deja de resultar romántico.