«Breve» introducción (Jijijijijijijiji)
Este artículo me apetece dejarlo abierto para que si alguien aparece por aquí, pueda ir viendo los avances que voy obteniendo. Además, necesito donantes, tanto cámaras, como cartuchos para ellas (aunque estén agotados), así que si alguien que me lea quisiera colaborar con alguna donación de este tipo, será bienvenida. Más que nada porque ya he desguazado 3 cámaras para investigar y tomar medidas. Esto me obliga a buscar cámaras baratas en Wallapop, con el coste que esto supone, para el proyecto. Así que si le interesa el tema o quiere revivir su vieja Polaroid Image System o Spectra puede colaborar conmigo para ello. Lo que viene siendo «Dame argo payo». Bueno, cojan sus palomitas y disfruten del espectáculo. Muchas gracias.
Como ya habrán leído (jajajajajajaja) en mis otros artículos sobre las cámaras Polaroid, verán que, salvo algunos modelos a los que por su precio en el mercado de ocasión no puedo acceder, ha procurado tener las que, basadas en la película Polaroid 600, han incluído en su tecnología «lo último» que Polaroid podía ofrecer en el momento de su presentación en los mercados. Desgraciadamente, no he podido probar la tecnología SLR, así que desconozco si esas cámaras podían dar una calidad fotográfica superior a todo lo demás que hizo Polaroid, asemejándose a los resultados de las cámaras de fotografía convencional de sus competidores. De todos modos, esas SLR de Polaroid, usaban película SX-70, con lo que ya no entraban en el parámetro principal de mis pesquisas. Pero, me hubiera gustado probarlas, la verdad.
Ninguna, repito, ninguna de las cámara polaroid que he tenido me ha dado una calidad mínima fotográfica. A ver. Si. Yo suelo disparar a bichos y naturaleza con una Nikon D7500 o una Nikon D800 con los objetivos más «pata negra» que me puedo permitir (24-70mm 2.8, 70-200mm 2.8, 105mm Micro 2.8…) y eso ninguna Polaroid podrá mejorarlo jamás pero, si que esperaba, como mínimo, la calidad fotográfica que daba el revelado estándar de la ínclita Werlisa Color, o similares de la época, que nos regalaban en la comunión y nos llevábamos a todas las excursiones del colegio (yo soy del 69).
También quiero dejar muy claro, creo que de esto ya he hablado en alguno de los otros artículos, que mi relación con Polaroid se debe a la frustración de no poder haber tenido una en casa durante mi infancia, imposibilidad dada por esos asuntos financieros tan extendidos en todos los barrios periféricos de las grandes urbes de España entre los 70 y los 80. Lo mismo que me pasó con los puñeteros Walkman, los radiocassettes stereo o el Scalextric.
De forma muy resumida, mi primer contacto con Polaroid, ya de adulto, fue en ebay, por el año 2003 o 2004. Me pareció, como siempre según mi hermano, una manera muy anacrónica de documentar la infancia de mi hija (2001). Compré la primera que se puso a tiro. Creo que fue una Polaroid Supercolor 635 CL y a la chica de Fotoprix la tenía frita con lo de traerme cartuchos Polaroid pero, me los traía (y a precios normales de la época, ya me entienden). Así pues, tengo cumpleaños, siestas, juegos y demás momentos de la vida de mi hija en formato Polaroid. Y como estaban baratas, a pesar de que aún se producían cartuchos, empecé a regalar Polaroids a diestro y siniestro, a toda la familia. Nunca las usaron, también lo digo pero, su cara al recibirlas no tenían precio.
Pero, mira tú por donde, no recuerdo en qué momento de la primera mitad de la primera década de este siglo, compré, por error e ignorancia, una Polaroid Image System y cuando fui a insertar un cartucho Polaroid 600…tararí que te ví. La cara de Maite, la chica de Fotoprix, fue un poema cuando le pedí que me trajera una «jartá» de cartuchos para esta cámara. Me tardó una semana pero, me los trajo.
La cámara era muy molona. Sus líneas mucho más modernas y, según leí, Polaroid la lanzó al mercado de cara a profesionales como arquitectos, interioristas o, y esto no es broma, para forenses. Era la Polaroid para profesionales. Con ella se podían modificar algunos parámetros al disparar, mediante una botonera horizontal en la parte trasera. Molaba mucho. Así que, cartucho en ristre, me lié a disparar las primera 10 películas de forma indiscriminada contra todo miembro de la familia que osara ponerse delante.
Pues, igual era cosa mía pero, la calidad de las fotos eran sensiblemente superiores a las conocidas hasta el momento y ya fue la cámara instantánea que se quedó en casa para usos anecdóticos familiares hasta la imposibilidad de conseguir los cartuchos para ella. Cosa que, y me pareció muy raro, la nueva empresa que se dedicaba a fabricar los cartuchos para las Polaroid (entonces creo que aún se llamaba Impossible Project o Polaroid Original) tuvo que justificar en público. No se qué de que no podían salvar los problemas que daban en la cámaras y tal y bla bla bla…Traducido: esto no da pasta, que les den. Tiene huevos que una empresa que te casca 20 pavos por un cartucho Polaroid 600, con solo 8 películas, se pase por las ingles a todos los usuarios de un modelo que da más prestaciones que las de siempre. Yo creo que quienes tenían una Image System o Spectra, no era por casualidad y, sinceramente, hubiéramos seguido comprando cartuchos de vez en cuando. Hay que tener en cuenta que la caducidad del cartucho es de un año (según parece) pues, multipliquemos las «Image» que quedan por 1 cartucho al año. Coño pues, algo de mercado había, a mi entender. Pero, también es verdad que tanto la Polaroid de verdad como la nueva Polaroid, no se han gastado un céntimo en 40 años en mejorar las tecnologías de sus cámaras. Ya en el año 1971 existían las cámaras Polaroid SLR con el sistema de enfoque automático por sonar. ¿Qué sacaron de nuevo hasta nuestros días? Porque las nuevas Polaroid, hoy en día salvo por la aplicación del móvil que casi no sirve para nada más que jugar, siguen dando unos resultados fotográficos penosos. No son más que juguetes para adolescentes.
Quizás, esto del último parrafo, lo vean como una crítica gratuita pero, es que he estado haciendo pruebas simuntáneas con: Polaroid Supercolor 635 CL, Polaroid 636 Close Up, Polaroid One Step + y Polaroid Now + con cartuchos Polaroid 600 actuales y he podido comparar los resultados con las fotos tomadas hace 20 años, tanto con la Image como con la SuperColor 635. Además de con las cámaras de la competencia como la Fujifilm Instax Wide 300 y la Lomo Instant Wide pero, de esto ya hablaremos otro día, que también tiene tela. Por poner un detalle. Revelado completo de una foto Polaroid en 2003 con cartuchos originales, 3 minutos. Revelado complero de una foto Polaroid con cartuchos actuales, 30 minutos. Revelado completo de una foto con cartucho Fuji Instax Wide, 90 segundos (dando un buen baño de calidad fotográfica a Polaroid, y por la mitad de precio). ¿Por qué esa diferencia? Pues, porque los japoneses han investigado y han visto que pueden meternos las manos en los bolsillos dándonos algo a cambio. Los europeos y los americanos nos las meten igualmente pero, ofreciéndonos lo que ya nos vendían hace más de 50 años, a precio de sextante del siglo XVI.
Algunas cosas a tener en cuenta antes de empezar a magrear las cámaras.
Lo primero, aunque sorprenda, es que la cámara carece de importancia, a priori. Pero voy a presentar unas cuantas fotos sobre los tres modelos que conozco. Como he tenido que desguazar las que he tenido hasta ahora, voy a tirar de lo que encuentre en La Red. Luego ya iré poniendo las fotos que vaya haciendo durante el proceso.
Los modelos de las cámaras que conozco con este sistema (se llamen Spectra o Image System) son tres. Estoy seguro de que habrán un montón de ellos con algunos detalles en el nombre como SE, Elite, Pro, La madre que pario a palete y parecidos. Pero, yo solo he visto tres, cuyas diferencias están en la parte trasera, es decir, en los mandos para configurar la foto antes de disparar. No se como llamarlas exactamente, así que serán Polaroid Image System A, B, C y D siendo la A la más básica y la D la más sofisticada. Pero, por delante, por la parte del objetivo, el sonar y el visor no suelen haber grandes diferencias, salvo las estéticas. No obstante, estaré atento por si encuentro algun dato que desconozca al respecto para documentarlo.
También existió la Polaroid ProCam pero, desconozco si es de esta familia o fue un proyecto aislado. De todos modos, voy a centrarme en lo que conozco para conseguir hacerlas funcionar con un cartucho moderno. De eso va todo este rollo, no lo olvidemos.
Por delante son tal que así, cuando están abiertas:

No les voy a explicar las cosas básicas de como se abren o como se ponen los cartuchos, porque hay millones de tíos y tías en Internet que tienen sus canales de video y lo explican en más idiomas que paises tiene el planeta. Tampoco para que sirve cada botoncito, porque eso también lo hacen esos mismos tíos y tías creadores de contenido. Aquí vamos a ir a lo que vamos. Vamos a hacer funcionar una trasto de estos con los cartuchos actuales Polaroid 600 y Polaroid i-Type que se venden (a precio de leche de burra) actualmente.
Tampoco les voy a identificar todo lo que se ve en la parte frontal porque, si ven mis otros artículos sobre las otras Polaroid, verán que todas tienen lo mismo. El sonar, el objetivo, el fotómetro, el visor y el flash. Durante más de 50 años, siempre han sido así, salvo las que carecían de flash y de sonar, los modelos más básicos (baratos) o las que se les añadían el cutre sistema Close Up, que tiene miga la cosa. Sí. También lo he probado y he comparado. Déjenlo, no vale la pena hablar de ello. O quizás es que soy un «tuercebotas» y no he sabido usarlo debidamente.
Como decía, es por detrás cuando podemos ver la diferencia entre ellas. O, lo que viene siendo, la diferencia de sus precios y/o modernidades. Yo, que tiendo a pensar mal de todo aquel que quiere ganar dinero, me inclinaría por los precios pero, las opiniones son como los culos. Cada uno tenemos el nuestro (gracias a Dios).
Estas son las distintas traseras con sus mandos de control de la cámara.
Trasera A.
Si no recuerdo mal, pertenece a una polaroid Image System 2. Es evidente la probreza en sofisticación de la cámara.

Trasera B.

Trasera C.
De estas ya he desguazado 4 cámaras para verle las tripas.

Trasera D.
Esta es la que me queda y es en la que voy aplicando lo que voy aprendiendo. El modelo exacto es la Polaroid Image Elite Pro. A pesar de su pantallita de cristal de cuarzo líquido, creo que tiene las mismas funciones que la de la trasera C, solo que se pueden configurar mediante la pantalla y los botoncitos para moverse por ella. Bajo mi punto de vista, no deja de ser una modernización de la anterior. Pero, oye, a mi me mola más.

Pues, estas son las cámaras Polaroid Image System que yo conozco. He tocado y usado la C y la D. Nunca he tenido la A ni la B.
Una vez presentadas las cámaras para forenses (va, ¿no me digan que no suena cuchufleta?) vamos a ver el gran problema que tenemos con ellas. Sus puñeteros cartuchos.
Sus puñeteros cartuchos (parte I)
Esta cámara usa películas en formato apaisado, algo más grandes que las Polaroid de toda la vida, así que, por fueza, los cartuchos han de ser diferentes para albergar en su interior películas de mayor tamaño que las Polaroid 600 cuadradas. Eso implica que el interior de la cámara, donde se inserta el cartucho, es completamente diferente a las Polaroid 600. El cartucho 600 no entra, aúnque la última que compré para desguazarla le habían metido uno «a martillazos» para probar de hacerla funcionar. La «jarta» de reir que me di cuando abrí el compartimento y lo vi. Y fue una pena porque contaba con tener un cartucho gastado de la Image System para trabajar con él, ya que el último que me quedaba se me acabó rompiendo.
Vamos a estudiar, primero, el cartucho Image System. Ya les adelanto que lo que van a ver aquí, sirve indistintamente para los cartuchos Polaroid 600 pues, solo difieren en sus dimensiones. El sistema es idéntico.
Aquí un cartucho de la Polaroid Image System o Polaroid Spectra. Y, al otro lado de la pantalla, unos amigos.
Este cartucho me ha caído del cielo. me explicaré. Busco cada día cartuchos de estos en Wallapop. Me es indiferente que estén agotados y la batería sin carga. Lo único que necesito es que estén enteros. Pero, esta vez pude comprar a un señor 4 cartuchos sin estrenar, caducados, al menos este que ven aquí, en 2009 pero, eso no es relevante para el proyecto. Yo solo necesito los cartuchos.

Si le damos la vuelta veremos los contactos de la batería que, cuando tocan las pletinas de acero inoxidable (esto es una putada porque en el acero inoxidable no se puede soldar un cable con estaño) dan alimentación a todos los sistemas de la cámara, incluída a la carga del flash. El interruptor que deja pasar esa alimentación es el momento en que abrimos la cámara.

Volvemos a darle la vuelta para ver otra cosa importante que necesito tener tantas como pueda. Es la cartulina negra opaca que expulsa la cámara cuando le insertamos un cartucho nuevo. Esta cartulina protege de la luz a las películas fotosensibles donde se plasmarán nuestras fotografías. Si le entra algo de luz, se velan y ya no sirven para nada.

Estos cartuchos tienen una tapa donde está la ranura por donde salen las fotografías expulsadas por la cámara, cuando apretamos el botón. Esta tapa va a ser importante y hablaremos más tarde sobre ella y su manipulación.

Si me permiten, vuelvo a darle la vuelta al cartucho y vemos de cerca la tapa que comentamos más arriba.

Vamos a ver el cartucho por uno de sus lados y hablamos sobre lo que nos encontramos en él.

Esta es la primera tarea delicada a la que nos vamos a tener que enfrentar, aunque cuando vayamos viendo las siguientes, esta parecerá una tontería.
Partamos de la base que estos cartuchos eran de usar y tirar, por lo que los materiales no son muy resistentes a los que, como yo, quieren magrearlos un poco. Así que, habrá que tener mucho mimo y mucha paciencia para trabajar con ellos para que no sufran ningún daño, o el menor posible. Y, aún así, ¿por qué creen que necesito más cartuchos? Sí. Se rompen con solo mirarlos.
Para abrir la dichosa tapa delantera del cartucho, hay que hacer una muy ligera, esperen que lo repito, muy ligera palanca sobre la pestañita que sujeta la tapa al armazón de plástico contenedor. Cuando conseguimos abrirla (por ambos lados), esta debe abrirse por la parte de la ranura, haciendo su parte inferior de bisagra, es decir, que la parte superior se abre hacia nosotros pero, la inferior se queda en el armazón de plástico.
Quizás, lo vean mejor así:


Para este otro lado del cartucho, no me explayaré lo más mínimo, porque es exactamente igual, como también lo es el trabajo que hay que hacer en él.



Y aunque las comparaciones son odiosas (normalmente para una de las partes comparadas), aquí vamos a comparar, por fuera, los cartuchos Image System con los Polaroid 600.
De este modo podremos observar la razón por la que un cartucho Polaroid 600 no se puede insertar a martillazos en una cámara de la serie Image System o Spectra.
El primer inconveniente es la longitud de cada uno. Los Polaroid 600 son sensiblemente más largos y eso no deja cerrar la tapa del alojamiento del cartucho.
Vean las muescas o guías que tiene el cartucho Image System, por debajo. Pues, estas coinciden con las inversas dentro de la cámara, lo cual me parece de lo más lógico.

Ya les dije desde el principio que era un problema de dimensiones, como también pueden apreciar en la siguiente fotografía.

Lo dicho. El tamaño importa.

Pues visto lo visto, hasta ahora, viene aquello de que si la montaña no va hacia Mahoma, Mahoma irá hacia la montaña. Pero, para ello vamos a profundizar aún más en como son, por dentro los cartuchos de las Polaroid Image System. Además de culturilla, nos evitará caer en errores estúpidos (Sí, los que yo he cometido) y a aprender como funcionan los dichosos cartuchos para poder rellenarlos, más adelante, con películas Polaroid 600 o Polaroid i-Type.
Sus puñeteros cartuchos (parte II)
Bien, vamos a ver ese cartucho guapo, de una Polaroid Image System por dentro, para saber que hace dentro de la cámara.
Y para esto nos va a ir bien el cartucho que me cargué abriento la tapa delantera. Aquella que he mostrado más arriba, la que se libera haciendo palanca en aquellas pletinas de plástico de los laterales del cartucho. ¿Recuerdan? Pues, con este aprendí. Así que, verán que su tapa nos va a dar muy pocos problemas. Porque no está. Pero, vamos al lío.
Esto es el cartucho puro y duro. Sin películas, sin tarjeta negra, sin la dichosa tapa visto desde arriva, si tomamos su posición narural dentro de la cámara.

Y ahora, lo vemos por la parte de su base.

Aprovechando que, por alguna razón que se me escapa (jijijijijijiji), no tenemos la tapa frontal del cartucho, vamos a sacarle las tripas.

Pues, nada nada, «too pa» fuera. Tiramos de ese cartoncillo que vemos en la parte inferior, o de alguna de las patillas del fleje hacia nosotros.

Ya están las tripas fuera. Lo que es el fleje (así lo he llamado yo) y la batería (lo blanco de abajo).

Esto que viene ahora me hace mucha gracia. ¿Recuerdan a los creadores de contenido que he mencionado al principio, que se esmeran «lo que no está escrito» para enseñar a los demás como se usan las Polaroid antiguas? Pues, en casi todos ellos, en el apartado en que los suscriptores les hacen preguntas, siempre hay, no se, como tres millones de ellos, que les preguntan, ¿dónde se encuentran las pilas de las Polaroids antiguas? Y a todos les responden lo mismo. «En el cartucho». Apostaría que jamás han visto una de ellas.
Pues, sí. Es verdad pero, yo les mostraré donde se encuentra realmente la batería del cartucho y como es la puñetera batería.
Esto es la puñetera batería.

Me he tomado la libertad de indicar la polaridad de la batería. Por culturilla general y, sobretodo, porque es un dato sumamente importante que necesitaremos cuando empecemos a meterle mano a la cámara.

Vamos a darle la vuelta a la batería. Y a comentar un par de cosillas sobre ella.
Esta, por lo del «Mercury free», deduzco que es de un cartucho relativamente moderno. Esto no le quita que pueda tener más de 10 años (no recuerdo si era de 2009 o posterior). Esta batería, supongamos que en 2015, por ponernos en la mitad, ha disparado las 10 fotos del cartucho (u 8 si era de los de Impossible Project). Pongamos que todas las fotos las ha tirado con flash. Pues bien, a esta batería aún le quedan 5,5v de carga de los 6 que debería haber tenido cuando se fabricó.
Pero, es que no es que solo haya aguantado esos 8 años, estimados, en pleno funcionamiento, sin perder carga. Es que además, es con la que yo he estado haciendo las pruebas de este proyecto y ha disparado, al menos, otras 30 fotos. He mantenido varios minutos los motores de alguna cámara en funcionamiento (recuerden que era el único cartucho que tenía disponible para hacer las pruebas) e incluso he invertido las polaridades en algunas cámaras para ver que efecto podía producir. Y ahí sigue la jabata.

Pues, hasta aquí la batería. Hablemos ahora del fleje.
Esta estructura de acero inoxidable se encarga de mantener las películas, dentro del cartucho, en su sitio.
Las películas están encima del fleje y este las presiona hacia arriba para alinear la siguiente foto que se va a tomar con la ranura de salida. Esa ranura guía la película hacia los rodillos de revelado que, por presión sobre la película, libera los químicos que imprimirán los colores a la imagen de la fotografía.
Este fleje no es simétrico, aunque a simple vista pueda parecerlo. Su posición en el interior del cartucho es única y si no se inserta como es debido, la cámara puede no reconocer la película o la cartulina negra que le insertemos cuando queramos usar este cartucho con películas Polaroid 600.

Así pues, tenemos tres elementos en el cartucho (cuatro si contamos la tapa frontal, aunque realmente formaría parte del armazón de plástico).

Para volver a montarlo seguimos el mismo procedimiento a la inversa pero, tendremos que tener algunas consideraciones en cuenta. Vamos a montarlo.


Ningún problema hasta aquí. Simplemente, lo empujamos todo para dentro y las bornas de la batería tienen que volver a quedar en su sitio. Además, su posición es inequívoca. Si no vemos las bornas es que estamos montando la batería al revés. Ni más, ni menos.
Es por el otro lado donde tenemos que tener cierto cuidado.
Aquí es donde entra aquello de que el fleje no es simétrico. El fleje ha de entrar siempre en esta posición, porque uno de los flejes laterales exteriores (lo que viene siendo el de la izquierda de la foto), el que tiene esas marcas rarunas es el que informa a la cámara que tiene una película lista para ser usada. Al menos es lo que he interpretado yo con las pruebas que he ido haciendo. Si la cartulina negra o la película no cubre ese fleje por completo, se me ha dado el caso de salir disparada la tarjeta negra al otro lado de la habitación y posteriormente salirme la película siguiente como si se tratara dela cartulina, dejándola lista para que la acabe por extraer a mano, velándose así una película nueva.

Véase también un detalle. Toda la parte del fleje ha de quedar cubierta por el plástico del final del cartucho. Es el que mantiene las películas en su sitio gracias a la presión que ejerce el fleje entre ellas y el plástico.

Ya tenemos el cartucho montado, salvo la puñetera tapa frontal. Cuando termine de trabajar con el cartucho que estón trabajando ahora, que ese si que tiene su tapa, le hago fotos de la misma para que vean como queda abierta.

¿De dónde me vino la idea?
Todo esto vino a raíz de una necesidad. Cuando me volvió a dar por las Polaroid, empecé a comprar Polaroids en Wallapop a destajo. Para probarlas, necesitaba cartuchos y encontré en Amazon un vendedor que vende packs de 5 cartuchos de 8 fotos cada uno por unos 85 euros (no recuerdo exactamente el precio). Así que compré un pack.
Pero, si me venían tres cámaras a la semana, por poner un ejemplo, necesitaba poner un cartucho a cada una para probarlas. ¡Una ruina! Así que se me ocurrió un sistema para cambiar un cartucho usado y sin terminar de una cámara a otra. Y acabó por funcionar. Por supuesto, el artículo de como lo hice está en esta web. Se lo pongo aquí abajo.
Usar un mismo cartucho para 2 o más cámaras Polaroid
Pues, si esto funcionaba entre los cartuchos Polaroid 600, no podía ser tan difícil poder hacer, más o menos, lo mismo pasando las películas 600 a los cartuchos Image System. Pero, esta vez si que necesite algo de ayuda de La Internet. Y lo único que encontre es el video, que intentaré poner el enlace aquí abajo, si soy capaz, de este guiri, en inglés. Yo tuve que tirar de la traducción de los subtítulos y, aunque el concepto me quedó claro, está claro que lo de abrir la tapa del cartucho no pillé ni papa.
Este es el video del guiri que comento más arriba
Pero, la teoría del guiri tiene una fisura. ¿Y cuando se te agota la batería? Pues, ahí. Ahí es cuando empiezo a trabajar, primero mentalmente, despues sobre el papel y finalmente desguazando, de momento, 4 Polaroids Image System, entre ellas la mía de hacer 20 años.
Actualmente solo me queda una Polaroid Image Elite Pro y me está por llegar otra Polaroid Image System (la versión C de las que pongo al principio del artículo), que espero recibir esta semana.
Pero, a pesar de que he aprendido mucho rompiendo cámaras y de que el proyecto ya sigue una línea estable, me queda mucho trabajo que hacer para conseguir que la cámara final funcione como yo quiero y que no se vea afectada, o afeada, estéticamente más de lo que yo considero aceptable, y soy muy exigente con estas tonterías.
Pues, hasta aquí hemos llegado
Bueno pues, hasta aquí hemos llegado. No tiene sentido seguir con el artículo una vez he llegado al final del camino y he comprobado que no hay solución posible para que las Polaroid Image System o Spectra puedan funcionar debidamente con las películas Polaroid 600. No, a un coste estético y de tiempo empleado lógico. Para ello, si queremos hacerlo con pilas de toda la vida, es posible que tengamos que usar de las gordas, con lo que el mamotreto superaría, casi, en tamaño a la propia cámara. Si tenemos que tirar de pilas «raras», ya no vale la pena ni empezar a estudiar que hay en el mercado, no solo por si la hay, sino por el precio que pueden llegar a tener.
Sobre el tema del guiri que recarga los cartuchos Spectra con películas Polaroid 600, si es factible pero, falla demasiadas veces como para que valga la pena el esfuerzo.
Resumiendo. No he sido capaz de conseguirlo, así que disculpen todo este tocho que se han tragado para nada. Un saludo y muchas gracias.