A lo largo de los artículos que he ido dedicando a Polaroid, he comentado varias veces que la fotografía instantánea de Fuji es mucho mejor, y es verdad. Las fotografías están muchísimo más definidas, los colores infinitamente más saturados y contrastados, en definitiva la calidad fotográfica está a años luz de Polaroid. Y a la mitad de precio. Por no hablar de la calidad de las películas. Estoy usando cartuchos de Fuji caducados en 2016 y no están dando ningún problema. A pesar de que no los guardo en la nevera y ni tengo ningún cuidado en guardarlos. Están en un cajón de mi despacho.
Y, sin embargo, aquí me tienen. Vendiendo mi Fuji en Wallapop y quedándome con mis Polaroid y sus rarunas fotos. Bueno, es cuestión emocional que escapa a toda lógica pero, así somos. ¿Alguno de ustedes, de mi generación, recuerda haber visto una cámara instantánea, en su infancia, que no fuera una Polaroid? ¿A qué no? Como mucho podrían haber visto una Kodak a principios de los 80, que tuvieron que retirar del mercado, al perder un pleito con la imponente Polaroid de la Epoca. Pues, eso. Me quedo con Polaroid, aunque las fotos salgan como el culo, el coste por foto sea el doble que con Fuji y que sus máquinas son más aparatosas que usar una estilográfica con la mano izquierda (o la derecha si son zurdos).
Pero, por aclamación popular, o sea porque me lo lleva pidiendo Salvador desde hace semanas, aquí dejo constancia de mi paso por la Fujifilm Instax Wide 300. Vamos a verla.
Lo primero que quiero decir es que la máquina es fea y grande donde la haya. Ya se que las Polaroid también pero, con la Fuji me pasa algo que no recordaba de las primeras cámaras digitales. Cuando aprietas el botón, no sientes nada. No hay click, ni sonido de obturación o aunque fuera un pequeño lo que sea cuando el botón ya ha cumplido con su misión. Nada. Aprietas y, con cierto retardo, se empieza a oir el motor que saca la foto por la ranura superior de la cámara.

La idea de Fuji no es mala. Evidentemente la cámara se parece más a un cámara que las Polaroid pero, todo es plástico, con un tacto muy desagradable. No da la sensación de robustez de las Polaroid. Pero, insisto que la idea es buena pero, mal ejecutada. Métanle 50 pavos más al precio pero, saquen un producto más sólido y grábenle el sonido del obturador, aunque sea, que suene cuando se aprieta el disparador.
La cámara es muy grande, tiene que serlo para que quepa el cartucho más grande que comercializa Fujifilm. Se ve como un gran armatoste en las manos, o cuando la llevamos colgada del hombro. Pero, aun no tocándola ya se ve que es un trozo de plástico.
Cuando la ponemos en marcha, el objetivo se abre y sale al exterior, dejándola con el enfoque corto de 90cm a tres metros. Ahí ya empezamos mal. ¡90cm! Es imposible hacer una foto de proximidad. Podemos cambiar el enfoque al largo (de 3 metros al infinito) girando ligeramente la base del objetivo hacia la izquierda. Y repetir el proceso, de nuevo, para ir al enfoque anterior pero, entonces el objetivo vuelve a guardarse y vuelve al salir como al principio. ¡Cómo para una prisa! Ni que decir tiene que hay que estar pendiente de que enfoque tenemos o necesitamos en cada momento para no cagarla.

Entonces, los chicos de Fuji, han tenido la gran idea de entregar la cámara con un dispositivo que nos permite hacer selfies y, por lo tanto, hacer fotos a menos de 90cm. Este trasto tenemos que ponerlo en el objetivo, no deja de ser una lente de plástico, de manera que una especie «punto de mira» nos quede delante del visor, pero bastante alejado, para que mirando a través de él podamos enfocar a lo que queremos hacerle la foto de proximidad. Y para lo selfies que decíamos antes, han puesto un espejito para que sepamos donde estamos enfocando en todo momento si se usa para este fin. ¡Un coñazo! Y una cutrez.


Uno de los grandes problemas que le encuentro a esta cámara, es que el visor está demasiado lejos del objetivo. Esto nos da un problema de paralaje importante cuando queremos fotografíar algo que está relativamente cerca. Se hubiera quedado resuelto si, en lugar de arriba, hubieran puesto la ranura de salida de las fotos en la parte inferior y, así, poder poner el visor en la vertical del objetivo en la parte superior, solventando de este modo el problema del paralaje. Desconozco si técnicamente podría hacerse pero, hubiera sido un punto importante a su favor.
Bueno, vamos al lío. Para insertar el cartucho tenemos que abrir el compartimento pulsando esa palanquita que pone «Film open» hacia abajo.
¿Ven lo que digo del visor? Entre pequeño y alejado la posición de la cámara en la cara es muy forzada.

Yo entiendo que el tamaño del cartucho obliga a que la cámara sea grande pero, es que está hecha con muy poca gracia.

Como he comentado al principio, los cartuchos de Fuji son más baratos que los Polaroid y, además, contienen 10 películas en lugar de 8. Esto hace que el coste por foto, dependiendo donde los compremos, sea de 0,8 a 1 euro, frente a los 2,50 que cuesta apretar el botón de las Polaroid. Y con agravante de que las fotos salen infinitamente mejor que con las Polaroid.

Otra ventaja de los cartucnos Fuji es que se mantienen operativos mucho más tiempo que los Polaroid. Yo estoy usando cartuchos caducados de 2017 y 2016 y las fotos salen estupendamente bien. No he encontrado diferencia con un cartucho nuevo. Los de Polaroid se me han estropeado en dos años, estando precintados en su caja, de manera que ha sido imposible sacar una foto entera en cada película.
Igual no tiene nada que ver pero, ¿ven el papel protector del cartucho? En Polaroid es un papel finísimo. Los de fuji tienen consistencia «metálica». Se nota la calidad también en esto. ¡Podrían haber aplicado esta calidad a la cámara, caray!

Aunque las fotos tienen un tamaño similar a las Polaroid 600, en Fuji han apostado por un formato apaisado, otro gran acierto a mi entender. El formato cuadrado de Polaroid me parece muy limitado, aunque intentaron algo parecido con las cámaras del sistema Image/Spectra, para las cuales ya no se fabrican cartuchos, aun siendo para mí, las mejores Polaroid de la historia.
No pierdan de vista esa marca amarilla de la parte trasera del cartucho. Luego hablaremos de ella.

El cartucho Fujifilm Instax Wide, funciona, más o menos, como el Polaroid. Lleva una cartulina opaca en su primera posición que saldrá por la ranura de las fotos en cuando carguemos el cartucho y pulsemos por primera vez el disparador. Su función es proteger de la luz las películas que tiene debajo. En las Polaroid, al menos en las «auténticas», esta cartulina salía automáticamente cuando se cerraba el compartimento que alojaba el cartucho.

Procedamos a insertar el cartucho. Primero abrimos la cámara para acceder al compartimento del cartucho.

En el interior, encontraremos otra marca amarilla como en la parte posterior del cartucho. Ya les dije que hablaríamos de esto.


Ambas marcas han de coincidir. Para ello insertaremos primero la parte inferior del cartucho y luego empujaremos su parte superior hasta que quede debidamente insertado y con las marcas alineadas.

Cerramos la cámara y veremos que en la pantalla de cristal de cuarzo que tenemos detrás, a la izquierda, se nos muestra una rallita.

Ponemos en marcha la cámara. Se extenderá el objetivo.

Pulsamos el disparador para que expulse la cartulina opaca y quede la cámara lista para sacar fotografías.

Ahora veremos que en la pantallita de la izquierda aparece el número 10. Esto indica las películas disponibles en el cartucho. Conforme vayamos haciendo fotos esto se convierte en una cuenta regresiva, indicando en cada momento cuantas tomas nos quedan en el cartucho. Una vez llega a cero, es que ya no quedan más fotografías por hacer y debemos poner uno nuevo.

Por debajo de la cámara, disponemos de la rosca estándar para fijarla en un trípode pues, es posible usar el temporizador para poder salir en las fotos que hagamos.
El funcionamiento, características y opciones de fotografía que tiene la cámara (muy pocas) pueden encontrarlo en los miles de vídeos que pululan en La Red. Al igual de como se ponen las pilas a la cámara (funciona con 4 pilas AA) pues, estoy seguro que es necesaria una carrera superior y tres masters para conseguir encontrar la forma de poner unas pilas. Y sobre los botones que ven en la foto pues, lo mismo. Yo creo que es evidente la funcionalidad de cada uno de ellos, en principio, porque tienen algunas funciones adicionales según las veces que se les pulse. Pero, para eso…a Internet. Yo hago fotos normales. Todo lo demás, ni me he molestado en leer, en las instrucciones, como se hace.
Vamos a ver ahora una serie de fotografías hechas con esta cámara y luego compararemos algunas de ellas con las que hace la Polaroid SX-70 Sonar OneStep. Alucinarán con la diferencia.
Tengan en cuenta que están hechas de cualquier manera. Estoy seguro que conociendo bien la cámara pueden sacarse buenas fotografías. Siempre teniendo en cuenta la experiencia con ella para poder enfocar de forma adecuada, teniendo en cuenta el paralaje (fotos 7 y 8) o el correcto uso del flash (fotos 3 y 6). Tengo fotos familiares hechas con esta cámara de mucha mejor calidad, además, con el escaneo de las fotos, la calidad se ve muy perjudicada. Al natural están bastante mejor pero, no he querido retocar nada y revelarlas en Lightroom para ceñirme a la imagen real.








Vamos a ver unas comparaciones con Polaroid.
Fotografía del árbol con flores lilas.
Pensé que la Polaroid quemaría la foto y le puse su selector de compensación de exposición en su extremo más oscuro. Fue una gran cagada. Las Polaroid son muy finas con estas tonterías. 2,5 euros al carajo.
Fujifilm Instax Wide 300

Polaroid

La fotografía del gato
Pues, tres cuartos de lo mismo. Como le instalé el flash a la Polaroid no quise que me quedara quemada como con la Fuji. Otra «Cagada pastoret» y otros 2,5 euros a cagar al monte.
Fujifilm Instax Wide 300

Polaroid

La fotografía de la rosa
Aquí vemos la diferencia de focal entre ambas cámaras. No podía hacerla con la Fuji a menos de 90cm, salvo si le ponía la mierda esa de los selfíes, y no quise hacerlo. No obstante, podemos apreciar como los colores y la definición es mucho mejor que con la Polaroid,
Fujifilm Instax Wide 300

Polaroid

La fotografía de la vitrina
Exactamente como con la fotografía anterior. Los colores y la definición de Fuji supera con creces a la Polaroid.
Fujifilm Instax Wide 300

Polaroid

Para entender bien estas fotografías, hay que tener en cuenta que la Polaroid SX-70 usada en esta ocasión llevaba puesto un filtro ND de 8 para poder usar películas Polaroid 600 de 680 ISO, frente a las películas SX-70 de 100 ISO. Todavía estoy estudiando que filtro usar con ella para compensar ese ISO sin que afecte tanto a los colores, aunque tenga que usar su compensador de exposición (coño, para esto está).
Estas fotos de aquí abajo están hecha con dos Polaroids distintas. Una es la que he usado para estas fotos de comparación con la Fuji, por lo tanto con el filtro ND puesto y la otra está sacada con una humilde Polaroid 600One de principios de los 2000. De hecho fue la última que comercializó la Polaroid «auténtica».


También hay que tener en cuenta que, tanto las Fuji como las Polaroid, salen en la web al menos 4 veces su tamaño real, lo que perjudica seriamente a su calidad de imagen pero, creo que sirve igualmente para ver las diferencias pues, estas se amplifican con la fotografía.
Total. Qué si tienen que elegir una cámara de fotografía instantánea para su foto familiares, vacaciones y demás, no lo duden. Fujifilm Instax Wide. Piensen que una fotografía instantánea es única e irrepetible. Pueden escanearla y hacer todas las copias que quieran mediante software pero, solo una es «La Foto». Es un documento gráfico que no puede borrarse, corromperse o perderse porque al disco duro le ha dado una ataque de papirofléxia. Yo tengo fotos Polaroid (de las de antes, de las de verdad) de cuando mi hija tenía 2 años que están como el primer día. Si. Igual de mal pero, siguen ahí y tienen un valor incalculable. Las 150000 fotografías que tengo en mis discos duros, no se si las habré visto un par de veces en los últimos 20 años. Y ahí está toda la documentación gráfica familiar desde 2003. Sin embargo, los álbumes de mis padres y mis Polaroids, son vistos, al menos, un par de veces al año. Quiero decir con esto que, tener una fotografía de un momento importante de nuestra vida en formato físico, es mucho más gratificante que un millón de ellas diluídas en un océano de clústeres de los bancos de memoria de cualquier dispositivo. Un saludo y muchas gracias.
Hola:
Por fin le ha llegado el turno a la Fuji. Pero qué decepción.
Reconozco que ofrece mejor calidad que las Polaroid, pero tampoco es nada que justifique la inversión y la sustitución de cualquier otra cámara digital normal. Sencillamente con la cámara del móvil se obtienen mejores resultados y con más opciones.
Por otro lado se trasluce el poco aprecio del autor por la versión Fuji de su querida Polaroid. Entiendo que las comparaciones pueden ser odiosas, pero no me parece que la Fuji esté tan mal ni desmerezca tanto frente a la Polaroid.
Gracias por la comparativa de fotos. En primera instancia se deduce que es más fácil fallar con las Polaroid que con las Fuji.
En cualquier caso, reconozco que no me atrae el sistema instantáneo vistos los resultados, pero puedo entender la afición romántica hacia ello derivada de una experiencia juvenil satisfactoria.
Muchas gracias por toda esta serie de artículos explicativos, al menos a mí, desconocedor absoluto de la fotografía instantánea, me ha servido para saber de qué va todo esto.
Saludos.