Fujifilm Instax Square SQ20: Belleza vs calidad

Después de probar su antecesora, Fujifilm Instax Square SQ10, y determinar que ese era mi camino a seguir en la fotografía instantanea, el paso lógico siguiente era la de hacerme con la evolución de la SQ10. Antes pero, me había documentado en La Red sobre ella y lo que encontré no era nada halagüeño. Tampoco me preocupaba demasiado, porque también encontré las referencias de la SQ10 en las que la ponían a caer de un burro los puristas, que estaban en contra de las híbridas que compaginaban una cámara digital con el revelado químico. Yo sigo pensando que esta solución nos salva del gasto innecesario en cartuchos pues, al poder elegir si revelar o no cada foto, nos evita que gastemos dinero en nuestras cagadas. ¿Se imaginan que cada foto que hiciéramos con nuestras cámaras digitales nos costara dinero como en la era de la fotografía química? Hoy, esto, es impensable pero, antes así era. Así pues, no entiendo que se niegue esta evolución en la fotografía instantanea. Pero, en fin, cada cual con su dinero.

El hecho es que a 2023, salvo en el formato Instax mini, ya no hay ninguna opción seria en el mercado que ocupe el nicho dejado por las híbridas en formato Square. Como ya he comentado anteriormente, es lógico. Una marca que fabrica consumibles para las cámaras instantaneas no va a comercializar una cámara que pueda perjudicar la venta de sus consumibles, como el caso de las cámaras Instax SQ. ¿Cuántos cartuchos nos evitamos comprar al poder elegir qué fotografías revelar? O le podemos dar la vuelta y preguntar…¿Cuántos cartuchos hemos tenido que gastar en nuestras fotos instantaneas, en fotos que no han salido como esperábamos? Lo dicho. Una cámara instantanea que cada cagada no nos cuesta un revelado, no interesa. Quizás por esto ya no hay ninguna en el mercado en formato Square y nunca la habrá en formato Wide.

Así que, llegado a esta conclusión, me apresuré en conseguir las dos representantes de este mundillo híbrido, antes de que desaparecieran por completo o que fueran tan buscadas que los precios se volvieran absurdos. Tal ha sido el éxito en mi caso que, salvo la Polaroid SX-70 Sonar OneStep, he puesto todas mis cámaras Polaroid, y demás cámaras instantaneas, a la venta en Wallapop. Mis cámaras actuales para fotografía instantanea son, la que da título a este artículo y su antecesora Fujifilm Instax Square SQ10.

Vamos a ver la Fujifilm Instax Square SQ20.

Muchos dicen que su diseño es un claro guiño hacia el logo de Instagram pero, si es cierto, también lo era el de la SQ10 pues, no distan demasiado una de otra.

Aunque en Wallapop habían ofertas mejores que esta, yo siempre busco la que mejor conservada parezca y, en este caso, la razón de la elección de esta unidad fue que se vendía con toda su dotación original sin apenas uso (aún conservaba el protector de la pantalla) y que se entregaban 3 cartuchos (caducidad en junio de 2024) con ella. El coste final, puesta en casa, fue de algo más de 166 euros, 92 euros más de lo que me costó la SQ10 comprada a un italiano por Wallapop pero, fue un chollazo de los que no suelen aparecer cada día.

Para mi el color de la cámara me era indiferente. Me ha tocado beige pues, ¡Alabado sea el señor!

Observen el «peaso libraco» de instrucciones.

La cámara tiene muchos «peros».

Sin duda la ergonomía de agarre de la cámara ha mejorado pero, no tanto como nos quieren hacer creer. Los disparadores están tan integrados en el diseño de la cámara que me cuesta encontrarlos al tacto, a pesar del relieve que les han puesto para notarlos. Al menos hasta que la memoria muscular los tenga localizados. Ambos programables, por supuesto.

La calidad de construcción nada tiene que ver con la SQ10. La calidad de los plásticos se nota muy inferior. Ahora empiezo a entender la razón por la que salió al mercado a un precio sensiblemente menor que su versión anterior.

Otro cambio importante lo encontramos en su flash. En esta ocasión se trata de un flash led cuya potencia se reduce hasta en un 70%. Con el flash por bombilla anterior, teníamos una efectividad de hasta 8 metros, en esta versión no creo que llegue a 3 metros. Para mi es un paso atrás importante y una reducción drástica del coste de fabricación pero, hay más cosas que ya iremos viendo.

Pero, no todo es malo. Con el giro del anillo del objetivo disponemos de un práctico zoom digital de 4X que no quita calidad a las fotografías.

En el lado izquierdo enconcontramos la tapa del conector micro USB para cargarla y conectarla al ordenador, la ranura de la tarjeta de memoria y el botón para resetearla cuando decide hacer el tonto. No recuerdo que la otra tuviese ese botón. En esta ocasión la tapa y su forma de fijarla para no perderla es, claramente, de una calidad sumamente inferior a la anterior.

Es en la parte de atrás, como siempre, donde encontramos toda la mandanga y aquí las diferencias acaban siendo muy significativas.

Para empezar, la pantalla es de 2,7 pulgadas en lugar de las 3 que tenía la SQ10 pero, no acaba ahí la cosa. También tiene la mitad de resolución. Esto afecta a poder ver bien los detalles de la foto tomada o que está por tomar. Seguimos bajando el coste de fabricación.

Tenemos la palanca de apertura del compartimento del cartucho con doble seguridad para evitar una apertura accidental. Para abrirlo hay que pulsar ese pequeño botón cuadrado de la izquierda mientras corremos la palanca deslizante hacia la derecha.

También tenemos, justo debajo de la pantalla, el interruptor para ponerla en marcha, con tres posiciones. Off, toma de vídeo y toma de fotografías. Si que graba vídeo pero, solo 15 segundos y sin voz. La idea del vídeo en esta cámara es la grabación de una acción para, después, escoger el fotograma que queramos guardar o revelar, lo cual me parece todo un acierto, sobretodo en fotografía de acción y deportes. Esto ha sido muy criticado en los medios pero, ¿para qué carajo queremos una cámara instantanea con grabación de vídeo si no es para esto? ¿Acaso, para lo demás, no está el teléfono móvil?

Una de las mejores cosas que tiene esta cámara no se puede ver en las fotos. Es su software. Tiene opciones ciertamente interesantes. Para mi, algunas pocas porque la cámara hace un montón de chorradas creativas pero, las que me interesan me parecen cojonudas. Me gustaría destacar la opción de tomar, en una sola toma, cuatro fotografías con cierta diferencia temporal entre ellas. Ideal, por ejemplo, para una entrada en meta de un deportista, por ejemplo. También me parece interesante la opció de «collage» en la que se pueden hacer varias fotografias que se distribuyen de forma asimétrica en la fotografía final. Me parece muy buena opción para tener la imagen de cada integrante de la familia en una sola foto, por ejemplo. Lo discutible de esta opción es el tamaño final de la foto revelada pues, se me antoja muy pequeño para todas las imágenes juntas. Si la cámara guarda la foto final, quizás, sea posible imprimirla en papel fotográfico a un tamaño estándar sin merma importante de calidad, por ejemplo en una tienda de revelado digital o en nuestra propia impresora con papel fotográfico, insertando la tarjeta de memoria en nuestro ordenador.

También en el manejo de los interruptores y la rueda de selección de la cámara se nota que la calidad de los componentes y materiales a cambiado sustancialmente a peor.

Para poder tener la opción de revelado automático en cuanto hacemos la foto, tenemos que indicarlo mediante el menú. No tiene acceso directo mediante botón físico, lo cual me parece increiblemente lógico, porque si lo que quieres revelar automáticamente, ¿para qué te compras una híbrida?

Por su lado izquierdo no tenemos nada reseñable, salvo que en esta ocasión, para poder poner la correa de mano en una de ellas, según seamos zurdos o diestros, o de hombro usando ambas, en lugar de las anillas, tenemos esas ranuras en el plástico.

Por arriba pues, la ranura por donde sale la fotografía revelada. Ninguna sorpresa.

Cuando, al principio, decía que se había mejorado mucho su ergonomía, una de las razones son esas aletas traseras para los pulgares. Mejoran muchísimo el agarre de la cámara. Son todo un acierto.

Y por debajo. ¡Esto si que tiene miga! ¡Manda huevos! Es quizás la diferencia más absurda y estúpida que nos podamos echar a la cara y, si ha sido por reducción de costes, es para coger al responsable y colgarlo de las gónadas del palo mayor de un velero de 24 metros de eslora.

Con todas las opciones que tiene la cámara, con su temporizador, con la toma de vídeo para escoger el fotograma a revelar, con todo lo que hace la máquina que puede necesitar de cierta estabilidad, van y suprimen la puñetera rosca para trípode. ¿Es, o no, para meterles una guindilla por el culo?

Respecto a la SQ10, su tamaño es sensiblemente mayor. Más ancha, más alta y más gruesa pero, muy poco. También es verdad que, supongo por la diferencia de la calidad del material, es notablemente más ligera.

Así pues. ¿Vale la pena pasar de la SQ10 a la SQ20? Bueno. Maticemos. Si pudíeramos tener la SQ10 con el sortware de la SQ20, la respuesta es un rotundo no. Como siempre, la cámara ideal es la combinación de ambas. En mi caso, puesto a elegir solo una de las dos, me quedaría con la SQ10. Por su calidad de construcción, por la resolución y tamaño de su pantalla, por su sensor de 1/4 de pulgada (frente al 1/5 de pulgada de la SQ20) y, algo que yo tengo muy en cuenta, que puedo disponer de varias baterías y cambiarlas conforme se van agotando cuando estoy en una salida fotográfica larga, además no necesito la cámara para su carga pues, compré un pack de dos baterías extra y su cargador en Amazon. La SQ20 no tiene batería extraible y cuando se agota no hay posibilidad de uso hasta que no se cargue.

Creo que el diseño y el sortware no lo es todo y, por lo tanto, no justifica el cambio. No obstante, al tener las dos cámaras, puedo elegir cual llevarme según el tipo de fotografía que quiera hacer y tener lo mejor de las dos. Un saludo y muchas gracias.

Sergi
Author: Sergi

2 thoughts on “Fujifilm Instax Square SQ20: Belleza vs calidad

  1. Hola:
    Como siempre, gracias por la reseña de este modelo. Como no aporta mucho en calidad fotográfica final, creo que tienes razón al decir que la 10 es mejor opción única que la 20.
    Para mí la clave es el tema de la batería. No concibo una cámara mínimamente seria (obviamente, excluyendo los teléfonos, que además llevan cámara) que obligue a interrumpir una sesión para esperar a que se cargue una batería interna. Todas llevan baterías extraíbles para poder solucionar este problema.
    Pues con este repaso, queda claro que las mejores opciones para la fotografía instantánea son estas máquinas de Fuji. No obstante, se aprecia que en este campo hace tiempo que se ha dejado de investigar e innovar y que no parece que interese mucho mejorar modelos. Ha quedado como algo romántico y accesorio en el fotografía actual.
    Saludos.

  2. Buenos días, Salvador.

    Si que se ha avanzado algo en estas cámaras pero, en el formato mini, siendo la Fujifilm Instax Mini Evo su máximo exponente actual. La he estado mirando, por si es accesible para hacerle un artículo pero, todo el mundo coincide en que su construcción parece de juguete, aunque sus prestaciones son muy interesantes. Tampoco me dice nada el tamaño mini de Fuji. No obstante, en su favor diré que siendo un sistema en que la fotografía tiene orientación apaisada, podría ser interesante pero, el tamaño me tira para atrás. Sigo creyendo que una cámara híbrida con el formato Wide sería de mucho agradecer pero, eso no va a pasar, evidentemente. Un saludo y muchas gracias.

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