Epson PC L-400

Este es mi origen en la fotografía digital. Y no fue intencionadamente. En 2002 descubrí el mundo del «chanchulleo» por Internet, de la mano de ebay. En esa época, ebay, aún no cobraba por poner anuncios, solo las comisiones por ventas realizadas. Al poco de empezar el «mercachuflo» me vi en la necesidad de tener una cámara para poder mostrar mis artículos en los anuncios pues, usaba un escáner normal y corriente para ello, que con los libros no iba mal pero, con artículos de «3 dimensiones» daba pena. Así que con los primeros beneficios compré esta cámara. No había para más, pues en esa época empezaba la sangrienta guerra de los «megachifles» entre marcas y entre modelos, a la par que se implementó como moda pija y snob disponer de una cámara digital. Las calidades eran lo que eran para el populacho que quería iniciarse, por afición o por necesidad.

En esta entrada no podré extenderme mucho pues, poca cosa se puede decir de tan básico juguete. Mostrar unas cuantas fotos de la época, si las encuentro, y alguna más que vaya haciendo ahora para probarla pero, poca cosa más.

De momento vamos a verla. No. No la conservo. Al igual que con la Nikon D40, he buscado una en Internet que estuviera completa expresamente para hacer esta entrada. Como son trastos que están tirados de precio, es pecata minuta hacerse con ellos para mostrarlos. Además, después de haber buscado información sobre esta cámara en La Red y no encontrar nada, quedará la presente como testimonio de su existencia.

Así pues, busqué en Wallapop y encontré dos o tres. Me quedé la que me pareció en mejor estado y completa. 23 euros y pico puesta en casa. Vamos a verla.

En la foto de más arriba pueden ver la caja original. Ahora abrámosla a ver que nos depara su interior.

¡Pam! En toda la cara. Lo primero que nos aparece es este sutil y ligero manual de instrucciones. ¿Qué? ¿Cuánto hace que no veían un manual como Dios manda? Tochako.

Debajo de la tabla de cortar encontramos las instrucciones del sofware y la garantía.

Y debajo de eso, el CD con el sofware que necesitábamos para poder operar con ella en nuestro viejo ordenador. Antes de que todo fuera plucanplei.

Y ahora si. Levantamos la tapa y…

…volvemos a levantar la tapa y…

Bueno, parece que todo indica que dentro de ese estuche debería haber una cámara de fotos pero, veamos, someramente, el resto del contenido. El cable de alimentación para conectarla a la red eléctrica, el cable para conectarla al ordenador y el cable para conectarla a la televisión. Si. Está todo.

Bueno, vamos a ver si aparece, por fin, la dichosa cámara.

¡Hombreeeee! ¡Por fin! Y vienen de regalo dos tarjetas de memoria. Una de 16Mgb y la otra de 512Mgb. Todo lo que viene, conviene. O como dice mi amigo César, de Madrid, «de lo que no te cuesta, llena la cesta». ¡Pa la saka!

Como puede verse, eran máquinas muy simples y descendientes directas de las compactas de carrete que nos llevábamos a las excursiones de E.G.B. (perdón, no quería ofender a los de la LOGSE).

Una de las cosas que hecho de menos de antes es esto. Que las cámaras puedan funcionar con pilas estándar. Con la Nikon D300 volví a recuperar esta posibilidad al comprar la empuñadura, esta llevaba un accesorio para hacerla funcionar con 8 pilas AA (no recuerdo si era con 8 o con 6).

Pues esta fue mi primera cámara digital. Ya verán, a continuación, con las fotos que con ella hice, he hecho y haré, que estamos ante un artículo de muy baja calidad óptica y fotográfica, aunque a decir verdad, estaba muy bien construida. Toda de aluminio pulido.

Galería de fotos

Bueno. Las pocas fotos que he podido encontrar, hechas con esta cámara, son de ámbito familiar. Esto es porque en esa época aún no era aficionado a la fotografía. Así que no esperen nada extraordinario. Entre la baja calidad de la herramienta y la ignorancia del fotógrafo, esto es lo que hay. O, mejor dicho, lo que hubo.

Sin embargo, esta mañana, me la he llevado a caminar aunque, por un pinzamiento en las lumbares, esta vez no ha sido por el monte ni de la duración habitual. En las fotografías tomadas durante el paseo, queda patente la carencia de definición de las imágenes, lo cual me da que pensar que no solo la falta de megapíxeles tiene la culpa de la pobreza visual, si no que la mala calidad óptica de la cámara es un factor de mucho mayor peso que la resolución de su sensor.

A todo esto hay que añadir que el fotógrafo no tienen ningún control sobre la toma pues, es todo automático por lo que quedamos a expensas de la interpretación que el procesador haga de lo captado. Pero, ya saben ustedes aquello de pedir peras al olmo. Veamos las fotografías de esta mañana.

Está claro que hay algunas fotografías en las que no importa tanto la parte tecnológica como lo que es la propia fotografía en sí. Cuando entra el arte o la estética nos da un respiro y da igual con lo que se haya hecho la foto, si lo mostrado mola, los megañordos, la precisión del foco y la calidad del cristal, la imagen, se los pasa por el arco del triunfo. Es lo que creo que pasa con la siguiente que voy a mostrar. Ya juzgaran ustedes.

A mi me parece una buena foto, al margen de la calidad que haya dado la máquina. Si les tengo que decir la verdad, este tipo de fotografía no suele ser habitual en mi. Aunque las busco constantemente. Sigamos con la mediocridad con la que hemos empezado.

Si para fotografiar cosas «normales» ya es mala la cámara, fíjense en su comportamiento con el brillibrilli. Aunque, creo sinceramente, que si Juan levantara la cabeza y viera lo que le han puesto cuando no ha podido defenderse, además de darse un coscorrón con la tapa, atormentaría a la familia todas noches apareciéndose en tanga en sus alcobas.

Un pequeño apunte. He visto este mural muchas veces pero, hoy me he dado cuenta de una cosa. ¿Será que ya se me está educando el «ojo fotográfico»?

Las sombras. No me cuadran las de los fusiladores (lasrgas y hacia adelante) con las de los fusilados (mucho más azimutal). No tienen el mismo ángulo, lo que implicaría dos momentos del día distintos pues, la imagen representa el exterior. ¿O son cosas mías?

Y para terminar, una panorámica.

Bueno pues, con esta cámara empecé mi andadura por este complicado mundo de la fotografía. Como ya he comentado antes, esta cámara es, del todo, irrelevante i prescindible pero, fue la primera y, por ello, ha de estar representada. Un saludo y muchas gracias.